La ansiedad el canguil y yo

Ya que perdí mi Internet, he desarrollado una nueva adicción que se viene dando por la ansiedad que tengo por el Azul lejano.

El canguil. Los últimos dos días me he terminado dos ollas arroceras llenas de estos maíces reventados.

Al parecer esto de tener novio de lejos, ha sido más difícil de vivir de lo que yo pensaba, sobretodo siendo este amor tan intenso.

Mi vida está cambiando terriblemente, al principio, venir a la casa de la abuela sonaba menos estresante que ir a la casa de mi madre. Pero mientras van pasando los días la situación se pone más dura, ya que la familia no ha parado de recriminar mi fracaso matrimonial y de sacarme en cara las miles de deudas que dejó a su paso el Huracán Andrés.
Además de mi pérdida de libertad y de la sensación de encarcelamiento voluntario en el que me he metido.

Hoy más que nunca estoy necesitando salir corriendo de aquí y perderme donde sea, meterme en un hueco profundo y quedarme ahí sentada abrazando mis piernas y salir después de 63 días…

Pero como no puedo salir, entonces me conformo con mi olla de canguil.

La Universidad ya mismo empieza… Mi horario es horrible…

Otra olla de canguil por favor.