15 de julio de 2011

-pequeños detalles que olvidé mencionar-

Hacer un resumen de todo lo que pasó fue difícil... y me olvidé de un par de cosas importantes que deben ser mencionados:

*Tengo que agradecer también a mis primos y primas que estuvieron ahí pendientes de todo el proceso, sobretodo agradecer a mi primo Xavicho por prestarme su cama en su casa en Cumbayá para que yo pueda estar más cerca del San.

*La persona que está encargada de la rehabilitación física del Santi es mi ñaño James. ¿Quién diría que alguna vez ese man serviría para algo? jajaja Gracias Ñañito :)

*En el hospital metropolitano nos dieron muchos diagnósticos errados: -sobredosis -derrame cerebral -síndrome de wallenberg -infarto cerebral causado por el taponamiento de laS arteriaS de sus vértebras cervicales.
El verdadero diagnóstico que nos dieron en el Hospital de los Valles fue un micro infarto cerebral o más conocido como accidente isquémico vascular causado por el taponamiento de una arteria cercana a la vértebra cervical V3.

*Tengo que también reconocer el acolite tan fuerte de mis suegros, que han estado ahí día tras día, noche tras noche, madrugada tras madrugada ayudándonos, y sobretodo nos dieron su casa para que el San pueda recuperarse más rápidamente y yo pueda atenderlo y a mis enanos también.

*Es cierto que uno sólo recurre a Dios en los momentos más difíciles de la vida, yo por mi parte nunca he dejado de creer, pero ya no era una asidua concurrente a la iglesia y esas cosas... Pero supongo que es cierto que Dios está ahí y estaba mostrándome su fuerza y su poder, mostrándome la fuerza que llevo dentro, poniéndome esta prueba sabiendo bien que la iba a poder superar.

Creo que eso... Si hay alguna cosa más que recuerde detallar lo haré...

14 de julio de 2011

-a 1 mes de "El Evento"-

Era martes 14 de junio, sonaba el despertador del celular a las 6:20 AM, ya desde hace algún tiempo habíamos establecido en la casa que el que iba a despertarle al Benja y mandarlo a la escuela iba a ser el Santi ya que él no tenía problema con levantarse temprano (yo sí).
Así que se sentó y volvió a acostarse, y me dijo "me siento mal".
Abrí los ojos y lo miré, estaba pálido y su frente estaba llena de sudor. -¿Qué te pasa? le pregunté.
-Me duele la cara, me arde el ojo, estoy mareado, creo que se me bajó la presión.

Fui a la cocina a buscarle algo dulce de comer, hice dos sánduches con montón de mermelada y serví un vaso con yogurth y se lo llevé, comió y se volvió a acostar.
Algo me dijo que no le mande al Benja a la escuela...

Llamé a mi mamá y luego llamé a su mamá.
Su mamá dijo que terminaba el recorrido de la escuela y venía a verlo para llevarle al doctor.
Nunca nos imaginamos cuan grave era el asunto. Pero algo le dijo a ella que tenía también que llamar a su esposo...

A las 8.30 llegaron mis suegros y al ver el estado en el que estaba el San decidieron que era mejor llevarlo a un hospital.
Ya para ese rato, el San no podía caminar solo, y su papá lo sacó abrazado hasta el carro.

Llegamos al hospital metropolitano. Ahí el primer diagnóstico que dieron fue que entraba el San con sobredosis, al preguntarnos sobre su consumo de drogas químicas, les dijimos que nosotros somos abstemios, que no fumamos tabaco, no bebemos alcohol y mucho menos consumimos drogas químicas. No me creyeron e igual mandaron a hacer un examen toxicológico con el que perdieron 2 horas en las que pudieron haber detectado el verdadero problema que tenía...

A las 2 horas cuando el toxi salió limpió, dijeron "ah... entonces puede que sea neurológico".

Eran las 11 de la mañana cuando le llevaron a hacer una tomografía. Mis suegros hasta esa hora no habían desayunado, así que bajaron a la cafetería a desayunar y yo me quedé esperando detrás de una puerta que regrese el San de la tomografía.
Pasó más de una hora y no regresaba, así que su papá se desesperó y entró al lugar restringido a buscar a su hijo.
Lo encontró en un pasillo completamente solo.

Ese rato el San estaba con la presión altísima (170/110), además de taquicardia (120) y el oxigeno saturando super bajo (72).

A gritos lo regresaron a la sala de Emergencias.

La tomografía no revelaba nada... Nadie sabía que estaba pasando.

A eso de la 1 de la tarde llegó una neuróloga que dijo que el San tenía vértigo, y sí, sus ojos se movían de un lado para el otro y el estaba súper mareado.
Un amigo neurólogo de mi mamá nos dijo que mejor cambiemos de médico, que él no confiaba en esta doctora. Así que pedimos el cambio por otro médico que decían era una eminencia en la neurología.

Nos dijeron entonces que nos trasladarían a una habitación.

Como a las 4 de la tarde, bajaron al San a hacer una resonancia magnética, cuando llegamos a la sala de la resonancia, el encargado de Imagen dijo que no podían hacerle la RM por los tatuajes en el cuerpo.
Según él, los tatuajes eran hechos con tinta que tenía plomo, y que al entrar en la máquina el plomo se calentaría e iba a quemar la piel del San.

Yo le dije que me parecía imposible que la tinta tenga plomo, porque las veces que habíamos hablado con el tatuador, él nos había explicado como las tintas que él usa son naturales, nuevamente no me creyeron y me hicieron firmar una autorización, más bien una carta en la que yo me responsabilizaba de cualquier cosa que pudiera pasarle al San dentro de la maquina...

Como a las 5 salimos de la RM y nos dijeron que nos iban a llevar a la habitación.
Hasta eso aún no llegaba el neurólogo eminencia, y cuando el papá del San fue a preguntar ¿qué había pasado con el neurólogo? en emergencias le contestaron que el neurólogo había venido pero como el Santi estaba siendo tratado por la otra doctora entonces él se había ido.

Nos dieron la habitación, una habitación compartida, en la que estaba también un niñito que iba a ser operado de los intestinos al día siguiente.
A eso de las 8 de la noche llegó mi mamá con los guaguas, a los que se había llevado temprano en la mañana para que yo pudiera entrar a la sala de emergencias.

Es la primera vez que el Illi estaba tanto tiempo lejos de sus papás...

Le estaba dando de lactar al Illi cuando mi mamá me dijo que subiría a ver al Santi a ver como estaba. Justo ese rato llegaba el eminencia a dar el diagnóstico.

Estaba en la sala de espera desesperada y enojada de no poder estar en la habitación recibiendo el diagnóstico...

Después de casi media hora bajaba mi mamá con los ojos hinchados y aguados... ¿Qué pasó? le pregunté yo... "Mejor que te digan tus suegros, yo no puedo hablar"... Cargó al Illi, tomó de la mano al Benja y se fue.

Los minutos que tomó el que suba por el ascensor al segundo piso y llegue hasta la habitación se me hicieron eternos. Ya en el pasillo vi la cara de mis suegros, los dos totalmente consternados y mi suegra que se ahogaba en su llanto.

El neurólogo había diagnosticado un infarto cerebral a nivel del bulbo raquídeo. Y les dijo a mis suegros y a mi mamá que ya no había nada que él pudiera hacer, que ya había pasado demasiado tiempo desde que inició "El Evento" y que tendríamos que esperar siquiera 3 meses para saber cuales eran las áreas del cerebro que habían sido afectadas permanentemente en el cerebro, pero que mientras tanto nos resignemos a que el Santi iba a vivir su vida así, en cama.

Mi reacción al escuchar esto fue una negación permanente, me pasé diciendo "no creo" "yo no creo" "no creo" "no creo" "no creo". Y no creí. A mi ningún médico me iba a decir que mi novio se me iba a quedar postrado en una cama permanentemente, si no había nada que él podía hacer, eso no significaba, en ningún caso, que no había nada que la medicina alternativa podría hacer para hacerlo mejorar.

Esa primera noche fue la peor. Tenía a mi novio ahi acostado en una cama de hospital, con suero y oxígeno, y yo sin saber que le estaba pasando, ni que le iba a pasar... Esa noche, junté dos sillas y dormí ahí.

A la mañana siguiente, llegó mi suegro a eso de las 7 de la mañana, yo entonces salí para ir a ver a mis hijos en la casa de mi mami. Mientras caminaba por el pasillo donde estaba hospitalizado el San, del otro lado venía caminando un chico al que conozco desde hace más de 10 años, un chico que fue mi amigo durante la época colegial, y que ahora era médico interno de este hospital.
Sentí como que un rayo de esperanza se iluminaba, decía yo, "¡tengo un pana aquí de médico! ahora si todo va a estar bien".
Me acerqué y le dije, "Oye mi esposo está en la 219, por favor ayúdale en todo lo que puedas, y cualquier cosa que sepas por favor avísame" a lo que él respondió: "no te preocupes vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para hacerle sentir mejor". Y me fui aliviada.

Regresé en la tarde y encontré en la estación de enfermería a mi "amigo" y le dije que por favor me informe, y me cuente que era lo que estaba pasando, él me dijo que estaba ocupado y que apenas se desocupe él vendría a la habitación para contarme lo que sabía.

Nunca llegó. Y las siguientes veces que tuvo que entrar al cuarto me trató como una completa desconocida, nunca hablaba mirándome a los ojos, o siquiera mirándome, le hablaba al viendo, mirando al frente, al vacío...

Esos 6 días que pasamos en el metropolitano fueron una pesadilla. Cada día el San iba empeorándose, parte de su problema era que tenía hipo. Un hipo que no paraba, el primer día comenzó siendo de 40 minutos, al día siguiente duró 2 horas, al siguiente 4 horas, hasta llegó a durarle 8 horas seguidas! Ese día que le duró el hipo 8 horas seguidas, empezó a asfixiarse, le venían demasiados hipos al mismo tiempo y no podía respirar. Llamamos a la enfermera y ella dijo que iba a buscar un doctor. El San seguía asfixiándose y el médico no llegaba y las enfermeras dejaron de contestar nuestros llamados. Por suerte el papá del San logró calmarlo y hacerlo respirar nuevamente.
El médico llegó 20 minutos después con la excusa de que no había llegado antes porque "estaba en clases".

Desde el segundo día al San le pusieron una sonda "nasogástrica" o sea una sonda que iba desde su nariz hasta su estómago, para alimentarlo, ya que también presentaba problemas para tragar los alimentos. Pasó alimentándose de ensure por más de 10 días.

Al día siguiente de la asfixia, ya hartos de el maltrato de los médicos y enfermeras del metropolitano, decidimos cambiarle de hospital a la Clínica La Primavera, el lugar donde yo dí a luz al Illidan.
El Doctor que recibió al Illi, con el tiempo se convirtió en nuestro amigo, y cuando le llamé a preguntar si podíamos ir allá él dijo que porqué no habíamos ido allá antes.

Fue un martes que llegamos a La Primavera. Para el viernes, el hipo del San había desaparecido.
Los médicos y enfermeras nos trataron con mucho amor y mucho cariño, todo el tiempo preocupados de nosotros y ayudándonos en todo lo que les pedíamos.
En La Primavera hasta el personal administrativo, a quienes conocimos durante mi embarazo, venían a visitar al Santi, siempre dándole ánimos y diciendo que pronto todo estaría bien.

Y así fue. Una semana después, el San estaba ya sin la sonda nasogástrica, estaba sin hipo y estaba ya levantándose de la cama (con ayuda) para ir al baño.

El neurocirujano que lo atendió en La Primavera siempre nos dio ánimos y dijo que la juventud del San lo ayudaría a salir adelante rápidamente, no como el neurólogo eminencia del metropolitano que nos decía que nada se podía hacer y que nos preparemos para vivir con él así.
Así como nos decían que le tomaría meses poder volver a comer comida sólida, mientras que al llegar a la Primavera se dieron cuenta que él no necesitaba esa sonda nasogástrica, porque no tenía realmente problemas para tragar, de ser así, él hubiera estado babeando todo el día todos los días desde "El Evento"

Una semana más pasamos en La Primavera y cuando el San ya estuvo poniéndose de pie y comiendo comida semi sólida, le dieron el alta.

Ahora estamos ya dos semanas en la casa de mis suegros. Mi mamá ha traído todos los tipos de medicina que se pueda conocer para poder ayudar al San. Desde homeopatía y acupuntura (que comenzamos en La Primavera y fue lo que le quitó el hipo al 3er día) hasta a una señora que le ortigó para devolverle la sensibilidad a su pierna derecha.

Cada día que pasa se va poniendo mejor. Es verdad que este es un proceso de rehabilitación que necesita de mucha paciencia. De aquí tenemos que esperar a que el recupere su equilibrio y que pasen los mareos que no le permiten caminar bien.

Y cuando eso esté superado volveremos a la casita y todo volverá a la normalidad.

Es increíble cuando pasan estas cosas como la familia se une tanto. Mi mamá estuvo ahi ayudándome todo el tiempo con mis guaguas, estuvo noches enteras despierta tratando de hacerle dormir al Illi y logró hacerle ya dormir la noche entera con ella.
Mi papá vino desde Guayaquil la primera semana para ayudarme con sus tratamientos, me dió homeopáticos y otras medicinas naturales para ayudar con la recuperación del San.
Mis tíos y tías estuvieron siempre pendientes y llamando para saber como seguía y también nos ayudaron a pagar la cuenta de La Primavera.

Tengo que decir que es verdad como uno se da cuenta quienes realmente son tus amigos. Porque aparecen justo en estos momentos en los que más los necesitas, y te das cuenta quienes están ahi por interés o costumbre.

Luego de tanta negligencia vivida en el hospital metropolitano, recomiendo a toda la gente a la que conozco que por favor no vaya allá, una de las cosas más terribles que pasaron allá es que estaban medicándole mal al San, cuando llegamos a la Primavera, el neurocirujano tuvo que suspenderle más de la mitad de la medicación porque estaba siendo contraproducente entre ella... No sé que era lo que pretendían los del metro y por eso es que mientras más días pasaba allá peor se ponía, mientras que cambiándole de lugar, se mejoró con el pasar de cada día...

En fin... Lo bueno es que mi novio está vivo, está consciente y está mejorándose. Con el pasar de los meses todo estará mejor...

Gracias a todos los que nos han acompañado en este mes tan terrible en nuestras vidas.


25 de abril de 2011

-de hermandades y brujería-

Eran dos hermanos.

Dos hermanos solos en el mundo.

Una noche, Hermano no llegó a dormir, ni la noche siguiente, ni la siguiente. Hermana se preocupó, empezó a llamar a los hospitales, a las cárceles y por último a las morgues. Nadie le daba señales de Hermano.

Una tarde una vecina le comenta que hay un brujo, que con solo mirar una fotografía del desaparecido, lo puede encontrar.
Hermana, utilizando ya lo último de su esperanza, fue al brujo.
Luego de cobrarle cientos de dólares, el brujo miró la foto, invocó a los espíritus y ellos le dijeron, que encontraría a Hermano en la provincia del Carchi, dentro de la casa de un hombre que siempre lleva un sombrero rojo.

Unos días después, apenas salió del trabajo, Hermana tomó un bus hasta la provincia del Carchi.
Ahí buscó a cualquier hombre con sombrero rojo.
Los hombres que encontraba no sabían darle razón de su hermano. Nadie lo había visto, nadie lo conocía.

Despechada volvió donde el brujo, le reclamó duramente el que no haya podido encontrar a su hermano.
A lo que él respondió: "Pero usted fue el viernes al Carchi, usted vino acá en miércoles, él hasta hoy, ya se ha movido de lugar, si quiere saber donde está ahora, ya sabe lo que tiene que hacer".

Hermana pagó otros cientos de dólares y el brujo volvió a hacer de las suyas, enviándola esta vez a la provincia de Esmeraldas, donde encontraría a su hermano dentro de una casa de caña.

La desesperación de Hermana, la llevó a viajar por 8 provincias del país en las que el brujo decía, se encontraba su hermano.
En ninguna de las provincias la gente sabía de él.

Una mañana mientras trabajaba, la Doctorita le preguntó que por qué tenía ese semblante tan triste.
Hermana le contó la historia del brujo y la tormentosa deuda que tenía con él.
La Doctorita le dijo que debía poner fin a las visitas al brujo y además que tenía que asumir que su hermano estaba perdido y que tal vez no lo recuperaría.

Así que Hermana siguió el sabio consejo de la Doctorita y dejó el pasado atrás.

Dos años después, Hermano cruzaba el umbral de la puerta de su casa.

La historia cuenta que Hermano conoció una guapa gringa en un bar de la Mariscal. Se enamoraron locamente, y él se fue a vivir con ella en su hotel.
La gringa con plata le compró de todo, e hizo lo imposible por llevárselo a sus tierras.
Dos años después el amor se les acabó, y así iba entrando Hermano de vuelta a casa.
Lleno de billete que le había dado la gringa.

El billete se acabó pronto, pagando al brujo la deuda gigantesca de su hermana...

16 de abril de 2011

-animalia-

Cuando salíamos hoy del restaurante, en la vereda de en frente caminaba un collie abandonado, mi novio en broma me dijo: "te gusta Gaby? te lo quieres llevar a la casa?" burlándose de mi al parecer nueva afición de adoptar animales de la calle.

Pero me acuerdo de mi misma hace algunos años, y sé que este amor por los animales es relativamente nuevo.
Cuando era niña, siempre pedíamos un perro, coincidencialmente, mi mamá siempre nos regalaba perras, y a estas perras, siempre, las llamabamos "Sandy" que no sé si coincidencialmente o qué, es el nombre de la esposa de mi Abuelo (papá de mi papá).
Mi mamá antes de regalarnos las perras hacía las preguntas de rigor:
-¿Si le van a cuidar?
-¿Si le van a bañar?
-¿Si van a recoger las cacas?
-¿Si le van a dar de comer?

A todas estas preguntas respondíamos que Sí, y entonces llegaba una nueva Sandy a casa.
Un par de meses después, Sandy desaparecía, porque mi ñaño y yo no habíamos cumplido con ninguno de los tratos hechos con mi mami.
Así que las Sandys iban a parar en las casas de sus comadres, de la empleada o de algún amigo.

Nunca tuve un/a perro/a por más de un par de meses.

Luego están la Pastor Alemán de mi Abuelita. Coincidencialmente, mi Abuelita siempre consigue una Pastor Aleman hembra para quien su única función es cuidar de la casa.
Pasa todo el día en la terraza y por las noches baja al patio frontal a comer y a cuidar la casa, y a la mañana siguiente vuelve a subir a la terraza y pasar ahí el día entero para de nuevo bajar por la noche y así sucesivamente.
La familia no tiene ningún contacto con la perra. En mi adolescencia, el único contacto que tenía yo con la perra era el tener que esquivarla cuando volvía en la madrugada de las fiestas, para poder entrar a la casa.

Pero luego conocí a la Buffy, la Rottweiller de mis suegros. La perra más inteligente que he conocido en mi vida.
Con ella aprendí a apreciar a los perros, a darme cuenta que son seres muy inteligentes y cariñosos y que uno se llena de vida estando cerca de ellos.
Tengo que reconocer que cuando se murió la Buffy me dolió un poquito el corazón.

Así que aprendí a quererlos.

Justo apareció el PAE y su campaña de adoptar perros callejeros. ¿Por qué no? Dije yo.
La primera perra que tuvimos, Gaara, fue recogida de la calle por unos manes, nosotros queríamos adoptar una husky de 1 año, pero ella ya había sido adoptada y nos ofrecieron esta perrita mestiza con ansias de ser Golden Retriever.
Por mala suerte se nos enfermó, y tuvimos que dormirla.

Luego apareció el Arthas. Vivió con nosotros como por tres semanas, y tuvo que irse por incompatibilidad de caracteres con los niños... Eran mis hijos o él...

Si tuviera la oportunidad de adoptar otro perrito lo haría. Aunque me ha dolido en el alma perderlos, pero creo que el tiempo que pasan aquí, el amor que les doy me llena, y los llena a ellos también.

10 de marzo de 2011

-Arthas-

Era viernes, regresabamos del Pájaro de Fuego (tienda de pipas en Quito) y en nuestra calle estaba un perrito que seguía a un niño que le iba botando unas papas fritas.
Desde ese momento, me encantó. Pero pensé que el niño de las papitas era su dueño así que entré a mi casa.

Las horas fueron pasando y por mi ventana podía ver que el perrito seguía merodeando la calle de mi casa, lo veía y pensaba en lo hermoso que estaba.

Nuestros amigos llegaron a la casa y a eso de las 10 y media de la noche, en medio de la lluvia, no pude aguantar más y le puse ojitos del gato de Shrek al Lobo y le pedí que dejáramos entrar al perrito a casa. "Pero vele San, ¡está hermoso!".

Y con un poquito de pan y muchas ganas, mi amiga Beta logró meter al perro dentro de la casa, una vez dentro las dos lo subimos hasta el segundo piso donde está el departamento donde vivimos y lo llevamos a la terraza a darle más comida.

Al principio pensamos que era un cachorro. Su carita triste y su flaqueza nos decían que seguramente tenía menos de un año. Estuvimos casi hasta la media noche amigandonos con él, y le pusimos nombre: Arthas.

Al día siguiente llamamos al veterinario para que le de una buena chequeada y nos diga si podíamos quedarnoslo. Queríamos ver si su salud estaba buena, si no tenía parásitos, pulgas, etc... siempre temiendo por nuestro bebé.

El veterinario vino y nos dijo que nos equivocabamos de su edad. Arthas tiene aproximadamente 5 años (aunque ahora viéndolo bien, su trompa está algo canosa, lo que nos dice que tal vez tenga más) y dijo que no presentaba signos de parásitos. Pero porsiacaso le mandó pastillas para las amebas, por los próximos 15 días, Arthas tiene que comer sólo comida de cachorro hasta que su estómago que pasó hambre al parecer alrededor de 10 días (por las heridas de sus patas y su nivel de desnutrición, el veterinario dijo que deben haber pasado siquiera 10 días caminando y deambulando por las calles) tiene que recuperarse para empezar a comer comida más consistente y fuerte, claro que el pobre anda con hambres atrasadas y todo lo que ve quiere comer.

Adoptar un perro adulto ha sido una bestia! Arthas ya pasó la etapa de las travesuras y ahora sólo es un perrito fiel que quiere descansar a los pies de sus nuevos dueños.
Cuando estoy sentada en el escritorio frente a la computadora, él viene y se acuesta debajo del escritorio cerca de mis pies. Ahí ya me ganó.

Al parecer Arthas ya ha sido entrenado para la cuestión de sus necesidades. Hace todo en un sólo lugar y le despierta al San en la mañana (tipo 6) para que lo saque a la terraza.
Todavía no podemos bañarlo, tenemos que esperar siquiera 8 días, porque con lo débil que está puede enfermarse.
También nos dimos cuenta que es un perro de casa, las personas que lo tuvieron antes, debieron tenerle dentro de la casa, porque para él, el lugar más natural para dormir que encontró fue al lado de nuestra cama.

No puedo evitar pensar acerca de su pasado... ¿Qué le pasaría? ¿Se escaparía, lo abandonarían? ¿Cómo vivió estos últimos 5 años? ¿Cómo serían sus anteriores dueños? ¿Le tratarían bien? ¿Mal? ¿Lo extrañarán? ¿Qué pasó esos días que estuvo en la calle?

No tengo respuesta a nada de esto, pero sé que ahora está en un mejor lugar, rodeado de gente que ya lo quiere y lo ha hecho parte de su familia.
Al parecer antes de decir mamá o papá, el Illi va a decir o Guaguau o Arthas, el Benja tiene un nuevo compañero, un guardián.

Y yo, un bebé más en la casa, un compañero que va a calentarme los pies mientras estoy jugando en la compu...

19 de enero de 2011

-abortar vs adoptar-

Hay muchísimas mujeres que tienen embarazos de niños no deseados, y en este país muchos de ellos terminan en abortos clandestinos, en lugares que no tienen ni las medidas sanitarias para esto ni el personal adecuado para hacerlo.

Y es que en el Ecuador la adopción ni siquiera es tomada como opción. Las políticas de adopción en este país hacen que todo se complique y además el/la niñ@ podría pasar en manos de su madre o algún familiar hasta el 4to grado de consanguinidad por años antes de que se puedan procesar los papeles de adopción, ya que aquí no puedes dar a tu hijo en adopción mientras este no haya nacido.

En otros países, el proceso de adopción comienza cuando la madre está embarazada y el bebé es entregado a sus nuevos padres apenas nace.

Creo que nuestro país debería mejorar sus políticas de adopción para que mueran menos niñ@s y más parejas infertiles puedan tener la felicidad de tener a un hijo en sus brazos...

16 de enero de 2011

-talla y peso-

Antes de fin de año viajamos con mi familia a Baños de Agua Santa, mientras hacía la maleta del bebé, quise probarle un par de cositas que todavía estaban grandes pero que sabía que eventualmente le quedarían.
Las ropa estaba aún un poco grande así que mejor no la empaqué.

Al regresar, volví a probarle la ropa porque según nosotros el bebé se había pegado un estirón durante el viaje... Y sí, la ropa le quedaba.

Pero cual fue mi sorpresa al ir al pediatra y que al medirle estaba del mismo tamaño que estaba hace un mes...

No entiendo...

4 de enero de 2011

-sobre niños y divinidades-

Al parecer el Illi es un bebé muy sociable, cada niño que ve es un nuevo amiguito para él.

Así hoy mientras esperábamos a Papá Lobo que estaba en la fila del banco, el Illi llamó la atención de un niñito que correteaba por los pasillos.
Tenía una linda mamá que enseguida empezó a conversar conmigo, me preguntó el nombre de mi bebé y su edad, y después de un rato le pregunté la edad del suyo.
"1 año 4 meses" respondió ella.
Luego le pregunté el nombre de su bebé y para mi sorpresa las palabras que salieron de su boca fueron "Divino Niño".

Yo alcancé a torpemente contestar "bonita combinación"...

Luego le pregunté por qué había llamado a su niño de esa manera, y me contó que su embarazo había sido muy peligroso, y que su bebé siempre estuvo en riesgo al igual que la vida de ella.
Así que se consagró al Divino Niño y le pidió que su niño nazca bien y nazca sano, y que en retorno ella le pondría su nombre.

Y es así como ahora en el Ecuador existe también un Divino Niño Salazar (sin vínculo alguno con mi familia materna ojo!)

2 de enero de 2011

-quebrando burbujas edípicas-

Es cierto, la burbuja ya estaba llena de grietas y agujeros que se habían formado con los años, pero me hice la de la vista gorda y quise seguir creyendo e idolatrando a la imagen que me había creado en la mente sobre él.

Y es que aunque yo haya siempre sido quien lo ha defendido a capa y espada, rompiendo relaciones con otras personas a las que también quiero, aún así no recibía crédito por ello y terminé más herida que quienes no lo habían idealizado.

Hubo un tiempo en mi vida en el que estaba acostumbrada a ser insultada y herida por los demás. Eso ya se acabó, ahora, no hay nadie quien me maltrate o insulte, no estoy acostumbrada a recibir insultos como contestación de abrirme y expresar mis pensamientos.
En mi mundo, la gente me quiere y me respeta...

Y no es que de por terminada mi relación con él... Pero se acabó la idealización...

Y entendí que los años están pasando su factura, y que la edad le está sentando... y también que él no es la persona que fue cuando yo era una niña, que los años y las nuevas experiencias lo han cambiado. Entendí o más bien acepté también que es un común mortal, un ser humano lleno de errores como todos los demás.

El cristal se ha roto y esta vez no lo repararé. Viviré en la realidad...

-¡brillante!-

Entonces la señora me llama y me pregunta: ¿Qué será de comprarle al Benja por Navidad?
Yo le respondo: En la casa nueva hay unas claraboyas en el techo donde podemos ver las estrellas, consíguele un telescopio.
"Bueno" dice ella y cuelga.

Al ratito vuelve a llamar y dice "Oye... ¿Y como es que se ven las estrellas con esto?
Yo digo: "Apuntas el lente hacia el cielo y las ves..."
Ella dice: "Ok... este viene con unos vidrios y otras cosas, ¿ese es el que quieres?"
Yo digo: "Si... supongo..."

El día que entregan al Benja el regalo ¡Oh sorpresa! ES UN MICROSCOPIO!!!!!!!

Es que hay gente brillante en este mundo...