14 de junio de 2012

-Aniversario-


Hoy se cumple un año desde el accidente cerebro vascular que sufrió el Santi.
La verdad este año me ha hecho reflexionar mucho y me ha enseñado que uno saca más fuerza cuando está en el fondo para salir a la superficie y empezar a caminar con pasos más fuertes y con mayores esperanzas y expectativas de la vida.
Este fue al parecer el año más difícil que he vivido hasta ahora. Y he podido sobreponerme a las adversidades gracias al amor que tengo hacia ese hombre maravilloso con quien tengo la suerte de compartir mi vida.
Este año también me enseñó el valor de la familia. Tengo que agradecer tanto a mi familia, por su constante apoyo y ayuda en absolutamente todo lo que hemos necesitado, sobretodo mi mamá y mi hermano que han estado ahí desde el primer día, al pie del cañón sin esperar nada a cambio, sin menospreciar tampoco a todos mis tíos y tías y por supuesto a mis abuelitos.
Y aprendí también sobre el valor de la amistad. Es cierto ese lema que dice “Échate en la cama y verás quien te ama”. Quiero agradecer a mis amigos/as, mis panas de verdad, los que también han estado ahí desde el primer día, con sus llamadas, sus mensajes y sus visitas, es gracias a ustedes, que la recuperación del Santi ha sido tan rápida y favorable.
Pero sobretodo quiero agradecer a aquellos “amigos” que no estuvieron ahí. Es gracias a ustedes que comprendí el valor de un verdadero amigo, a todos aquellos que dijeron que ahí estarían, que vendrían, que “cualquier cosa que necesites…” y demás frases que se dice por compromiso. Es por ustedes que descubrí a mis verdaderos panas, los demás quedaron de conocidos…
La vida nos puso una prueba muy fuerte  y hemos sabido superarla.
La recuperación aún no es completa, pero tengo la paciencia para esperar todo el tiempo que sea necesario para que el San vuelva a la normalidad.
Gracias a todos quienes han estado con nosotros siempre.