10 de marzo de 2011

-Arthas-

Era viernes, regresabamos del Pájaro de Fuego (tienda de pipas en Quito) y en nuestra calle estaba un perrito que seguía a un niño que le iba botando unas papas fritas.
Desde ese momento, me encantó. Pero pensé que el niño de las papitas era su dueño así que entré a mi casa.

Las horas fueron pasando y por mi ventana podía ver que el perrito seguía merodeando la calle de mi casa, lo veía y pensaba en lo hermoso que estaba.

Nuestros amigos llegaron a la casa y a eso de las 10 y media de la noche, en medio de la lluvia, no pude aguantar más y le puse ojitos del gato de Shrek al Lobo y le pedí que dejáramos entrar al perrito a casa. "Pero vele San, ¡está hermoso!".

Y con un poquito de pan y muchas ganas, mi amiga Beta logró meter al perro dentro de la casa, una vez dentro las dos lo subimos hasta el segundo piso donde está el departamento donde vivimos y lo llevamos a la terraza a darle más comida.

Al principio pensamos que era un cachorro. Su carita triste y su flaqueza nos decían que seguramente tenía menos de un año. Estuvimos casi hasta la media noche amigandonos con él, y le pusimos nombre: Arthas.

Al día siguiente llamamos al veterinario para que le de una buena chequeada y nos diga si podíamos quedarnoslo. Queríamos ver si su salud estaba buena, si no tenía parásitos, pulgas, etc... siempre temiendo por nuestro bebé.

El veterinario vino y nos dijo que nos equivocabamos de su edad. Arthas tiene aproximadamente 5 años (aunque ahora viéndolo bien, su trompa está algo canosa, lo que nos dice que tal vez tenga más) y dijo que no presentaba signos de parásitos. Pero porsiacaso le mandó pastillas para las amebas, por los próximos 15 días, Arthas tiene que comer sólo comida de cachorro hasta que su estómago que pasó hambre al parecer alrededor de 10 días (por las heridas de sus patas y su nivel de desnutrición, el veterinario dijo que deben haber pasado siquiera 10 días caminando y deambulando por las calles) tiene que recuperarse para empezar a comer comida más consistente y fuerte, claro que el pobre anda con hambres atrasadas y todo lo que ve quiere comer.

Adoptar un perro adulto ha sido una bestia! Arthas ya pasó la etapa de las travesuras y ahora sólo es un perrito fiel que quiere descansar a los pies de sus nuevos dueños.
Cuando estoy sentada en el escritorio frente a la computadora, él viene y se acuesta debajo del escritorio cerca de mis pies. Ahí ya me ganó.

Al parecer Arthas ya ha sido entrenado para la cuestión de sus necesidades. Hace todo en un sólo lugar y le despierta al San en la mañana (tipo 6) para que lo saque a la terraza.
Todavía no podemos bañarlo, tenemos que esperar siquiera 8 días, porque con lo débil que está puede enfermarse.
También nos dimos cuenta que es un perro de casa, las personas que lo tuvieron antes, debieron tenerle dentro de la casa, porque para él, el lugar más natural para dormir que encontró fue al lado de nuestra cama.

No puedo evitar pensar acerca de su pasado... ¿Qué le pasaría? ¿Se escaparía, lo abandonarían? ¿Cómo vivió estos últimos 5 años? ¿Cómo serían sus anteriores dueños? ¿Le tratarían bien? ¿Mal? ¿Lo extrañarán? ¿Qué pasó esos días que estuvo en la calle?

No tengo respuesta a nada de esto, pero sé que ahora está en un mejor lugar, rodeado de gente que ya lo quiere y lo ha hecho parte de su familia.
Al parecer antes de decir mamá o papá, el Illi va a decir o Guaguau o Arthas, el Benja tiene un nuevo compañero, un guardián.

Y yo, un bebé más en la casa, un compañero que va a calentarme los pies mientras estoy jugando en la compu...