2 de noviembre de 2006

Detrás del vapor del cristal aún puedo pensar





Detrás del cristal podía percibir los rostros que se acercaban a mirarme. Sí... Ésta vez yo era la dueña del show. Hoy podía ser el centro de mesa, hoy, todo la atención sería para mí.
Él se acercó lentamente a mirarme... el nostálgico recuerdo del "amigo" convertíase según la mirada pérdida de sus ojos, una gran evocación al pasado en el que tantas veces se frustró por no alcanzar a tener "algo" conmigo.
Pronto sus ojos se aguaron, su mirada pérdida en sus recuerdos no aguantó más, lentamente se acercó a besar el cristal... Esperaba de algún modo poder llegar hasta mis labios. -El cristal era demasiado grueso... tus labios no llegaron a los mios... nunca llegaron... Los cristales que nos separaban siempre han sido gruesos-
Lentamente el "amigo" se alejó.

Mi prima, la glamorosa, esa tarde había venido en sus mejores galas. Un abrigo de piel de armiño -que diablos es un armiño!- y un costosísimo collar de perlas -realmente no sé cuan "costoso" era-
La prima me miraba a través del cristal... Su respiración se notaba reflejada en el vapor que hacía mi imagen màs borrosa para sus ojos... -creo que esa era su intención... no mirarme mucho... ya el que haya estado ahí le era terriblemente macabro-
Se alejó con prosa y distinción... Como otras veces lo había hecho conmigo, con sus desplantes y su pomposidad extrema.

La sorpresiva aparición de uno de mis allegados conocidos fue impactante.
Al parecer, ese muchacho que al comienzo no era nada interesante... que hasta me había caído mal, pero que terminó siendo una amistad que duró eternidades.
Y ahí estaba... podía ver claramente sus ojos llorosos, y podía atreverme hasta a leer sus pensamientos, y obviamente, también estaba lleno de recuerdos... de cosas que hasta yo había olvidado... Definitivamente ese fue mi día de ser el centro de atención.

Llegaba ya el atardecer, la fecha? 28 de Septiembre? Lugar? La Shyris?

Horizontalmente fuí llevada hacia el carro fúnebre. El conductor... Un hombre jóven que me llevaba a mi última morada con el sonido estridente de una banda de rock pesado.

Siempre pensé que moriría sola... Ahora los sonidos del rock... que fue lo último que traspasó el cristal me acompañaran por la eternidad.

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