12 de octubre de 2006

Confesiones Inevitables Capitulo 3 "La Ninfomanía"

-¿Te consideras ninfómana? Alguna vez me preguntaron.

Antes de responder, miles de respuestas posibles pasaron por mi mente, antes de encontrar la más apropiada.

Recordé mi primera vez. Cuando tenía 16 años con un pana en el Puerto, el que haya sido con un pana dio pie a que luego no me importara si el siguiente fuese novio o no.

Es verdad que durante el tiempo en el que tuve una vida sexual muy activa tuve muchos encuentros "casuales" de los que nunca me arrepentí, pues ellos me dieron la experiencia de la que hoy me jacto.

Pero ¿Ninfómana?... no creo.. Alguna vez consideré que dentro de mis canones establecidos de sexualidad, entre esos constantes encuentros incontrolables, talvez podría haber un rastro de ninfomanía por ahí, en mí.
El necesitar tanto del sexo, a ratos, me hizo dudar de la respuesta que iba a dar.

Ahora recuerdo como alguien me decía que tenía una capacidad increíble de autosatisfacción sexual impresionante con lo cual confirmé mi teoría de no eran ellos los que proporcionaban los orgasmos, si no yo misma. (no todos...)

Él me miraba fijamente a los ojos esperando mi respuesta mientras yo tenía mis ojos pérdidos en mis recuerdos sexuales.

Yo no me considero ninfómana! Creo que el sexo es demasiado bueno y delicioso como para ser una enfermedad/adicción.

Así que respondí lo siguiente:

-No, aún no lo considero enfermizo... simplemente lo disfruto mucho.

2 comentarios:

Alfredo Andaluz Prado dijo...

todos en el fondo somos asi

Anónimo dijo...

Pues el día que gustes, disfrutamos del mejor sexo...