16 de septiembre de 2007

-no lea esto-

Es difícil descifrar lo que otra persona está pensando... Es difícil poder leer dentro de los ojos los pensamientos de quienes nos rodean...

Intentando evadir realidades complejas, cada uno se esconde detrás de sus pensamientos, tal vez para en un mundo donde nada es de uno y todo es de nadie, ser, por un momento, dueño de algo. Aunque sea de un mínimo pensamiento.

Y ella me mira a los ojos y me confiesa que el cuerpo en el que habito se está pudriendo. Y me mira, y en sus ojos no puedo encontrar rastros de maldad o de hipocresía...
La cultura me ha enseñado que no puedo desconfiar de ella. A la final, es ella quien me regaló el cuerpo en el que habito, ese mismo cuerpo que ella dice, se está muriendo.

Y empiezo a sentir todos los males que ella me ha profesado en las entrañas.
Ella se niega a darme las sustancias que pararán la podredumbre.
Ella se niega a extenderme el tiempo de vida.
Por razones que ella no puede explicar, hace mucho tiempo que desea mi muerte.

Y por momentos siento que debería complacer sus pedidos.
Así como ella deseó mi vida, es obvio que también algún día desee mi muerte.

Dentro de su disparate en el que se cree mi Dios, en el que profesa haberme creado y poderme destruir también, y me la encuentro frágil y desubicada.
La veo lejos de las bases de realidad que el sistema le impuso...

Tal vez la que tenga que destruir... sea yo...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

yeah!

Anónimo dijo...

Me entristece saber que hay alguien por ahí que necesita un soplo de esperanza, que necesita entender que el presente es un instante y mientras pasa el tiempo todo se ve con más claridad y se vive y se sobrevive. Lo que sea que te pase.... vas a pasarlo

Francisco Méndez S. dijo...

No falta el porfiado que lee