Ella abre la puerta del auto para recoger a su hijo de los brazos de su padre. De pronto ve que en el asiento del copiloto está sentada una mujer a la que ella conoce muy bien. Recuerda todas las cosas malas que esta mujer ha hecho. Recuerda de una mañana que llegaba a la guardería a recoger a su niño, ella encontraba al hermano de su pequeño lleno de moretones, lastimado como si hubiese sido atacado por alguna especie de fiera salvaje. Recuerda como tuvo que llevarlo a la policía de menores de edad para poder denunciar a esta mujer quien había sido quien proporcionó de golpes y patadas a un niño de apenas tres años.
Por primera vez la policía hizo su trabajo y esta mujer perdió la custodia del niño, y gracias al convencimiento de una trabajadora social decidió entrar a rehabilitación, ya que la base de cocaína era la razón por la que ella había golpeado así a su hijo.
Esta mujer ya salió de rehabilitación. Buscó al padre de su hijo y le pidió volver a estar con él. El padre de este niño quien casi muere a manos de esta mujer acepta que ella vuelva a sus brazos...
Ahora la madre del otro niño teme por la seguridad de su Pequeño...
2 comentarios:
ME
LLENO
DE
TEMOR
Hola Gaby, yo comento algunas veces en tu blog, pero hoy lo haré de manera anónima. Mi madre me solía golpear salvajemente cuando era una niña. Por favor, ten cuidado, si es que esta historia se refiere a tu propio hijo y a la pareja de su padre. Me ha costado muchos años de profundo sufrimiento, terapia, etc empezar a recuperarme de los efectos del abuso. En el caso de mi hermana, aunque ella no era golpeada con frecuencia, el ser testigo de las golpizas que mi madre me daba ha tenido igual o peor efecto. Una vez más insisto, es un asunto muy grave, que tal vez debería ser discutido con el padre del niño.
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